jueves, 22 de octubre de 2015

DIVAGACIONES SOBRE RINCONES EN SEPIA .


  De cuando en cuando vuelvo a bichear en los temas que se debaten, a veces con razonamientos y otras con verdadero fanatismo, en el que es, al menos para mi, el mejor ÁGORA para temas semanasanteros de toda la RED, aunque a veces parezca el SALVAME :  el FORO COFRADE, en el que llevo registrado varios años, pero como "NO SOLO DE COFRADÍAS VIVE EL HOMBRE", también me deleito en la sección donde nos traen a la memoria las imágenes de una SEVILLA que,  para bien o para mal, en la mayoría de los casos desapareció para siempre.
   Y en este entretenimiento estaba cuando se me ocurrió hacer algunas divagaciones de las mías en la comparación de lo que ha cambiado entre el ayer y el hoy en mi SEVILLA, rincones urbanos que forman parte de las vivencias guardadas en mi memoria, mientras llenaba mis oídos con las reflexiones, las historias hecha canciones de alguien tan sevillano, aunque muchos no lo conozcan, como es el SR. CHINARRO.


  
        Y para empezar mi barrio de TRIANA.Y en el, uno de los rincones que aún más sigo frecuentando, su Plaza de Abastos, y en especial, ese rincón que forma su entrada por la calle CASTILLA. Muy cerca de allí me encuentro, en el Altar más trianero que existe, con mi dulce JOROBAITO de la O; y allí mismo, en la DROGUERÍA REINA, es donde compro las colonias, los perjumenes que como buen "FOFISANO", más fofi que sano pá que vamos a engañarnos, uso a diario y en las "ocasiones especiales".
       La tienda aún guarda detalles que me retrotraen a mis trece, catorce años, a esos años en que creíamos que nos íbamos a comer el Mundo, antes de darnos cuanta de que el Mundo siempre acaba comiéndonos.El mismo mostrador, las viejas estanterías, las altas vitrinas llenas de las marcas más conocidas de los mejores aromas, pero también el almacén trasero de donde venían las latas de pintura, los botes grandes de detergente en polvo, el Ariel, el Elena, el Colón que cantaban los PEGAMOIDES de ALASKA unos años después, las pastillas de Flota o  los paquetes de papel higiénico.El tiempo parece haberse detenido en la vieja droguería, uno de los comercios más antiguo de la calle CASTILLA,  junto a ese museo de CHAQUÉS, a medida o de alquiler que es TEJIDOS GARCES, ambas, más de sesenta años abierta sus puertas a TRIANA.
      Sin embargo, al pisar la calle nada es como ayer.El pesado portalón de madera y hierro a dado paso a una superautomática puerta de cristales; ya no hay vendedores ambulantes de caracoles, tagarninas o manteles y ropas de cama; por no haber, ya no hay ni la cartelera del CINE APOLO, convertido en un solar más en ese Centro que parece que estuviera esperando que volviera a inflarse la maldita burbuja,El cine más escondido de toda SEVILLA donde convertido en Sala de Conciertos quede con mi chica, la misma de Hoy, y los amigos para ver al malogrado HILARIO CAMACHO el mismo día en que conseguí, gracias a Dios sigo en él,  mi primer y único trabajo. 
     Nada, o casi nada es ya igual en el barrio, aunque muchos, entre ellos yo mismo, no queramos verlo, llevados por la venda del amor platónico, del orgullo de la arcilla y del Río, pero esa es la cruda realidad, nada ya es como antes, y ese falo gigante de la Torre Pelli, parece querer aplastarnos para recordárnoslo.
     Y me gustaría, desearía como el más anhelado de los sueños encontrar un frasco, de esos bonitos, originales, como los que llenan las vitrinas de la DROGUERÍA REINA, aún un oasis de tradición,  para guardar como un mágico tesoro lo que quede del EMBRUJO, de la ESENCIA de lo que fue la mejor TRIANA.

      Y después, la IGLESIA DE SAN ANDRÉS. Recuerdos de convivencias cofrades con los jóvenes de la ciudad, recuerdo de una extraña, por lo alargada, CASA-HERMANDAD, que ya no existe, recuerdos de unas misas de juventud, cuando uno de los mejores sacerdotes que he conocido, EDUARDO MARTÍN CLEMENS, le dijo delante de un auditorio lleno de chavales al entonces Hermano Mayor de SAN ISIDORO : "Estos chicos, Hermano Mayor, lo que tienen es que cambiar las cosas, lo que deben es darle a ustedes  muchos quebraderos de cabeza, entonces se notara que están haciendo bien las cosas ". Bonitos tiempos aquellos de encuentros de chavales que decían cosas tan revolucionarias como esta: "Prefiero ver a mi Virgen sobre unas cajas de frutas, antes de que alguien pase hambre".La casa-hermandad desapareció, el reloj sobre la fachada dejo de dar las horas,y para que vamos a engañarnos, en nuestras hermandades todavía hay más de los que les interesa que banda llevara el palio, el horario, los recorridos y el bordado del manto que de los que sufren por los desahucios o por las situación de los inmigrantes.



       Y la Estación de CÓRDOBA, o PLAZA DE ARMAS, como casi todos la nombran hoy. Escenario de alegres bienvenidas y tristes despedidas, de alejamientos definitivos y encuentros eternos durante muchos años.Vidas que se separaban con el chu-cu-chu del tren .De aquí salió, mientras a la chica de mi vida se le inundaban los ojos de lágrimas, un día de Marzo de 1983 el TRITRI para la MILI. Desaparecieron los trenes, las vías pasaron a ser chatarra y en su lugar un Centro Comercial más,  de todos modos,  de otra manera, otro decorado para tristes adióses y divertidos y esperados encuentros, a añadir a los muchos que ya tenía SEVILLA se sumó a la lista.Ah! , la chica de mi vida no desapareció y  sigue aún a mi lado, y no sabéis cuanto la quiero.




       Y una de las tiendas más singulares de toda Sevilla, los ULTRAMARINOS EL RELOJ, en la calle ARFE, unidos a mis vivencias de estudiante en la ACADEMIA RIPOLLES. Bocadillos tragados a toda prisa para  poder echar un cigarrito. Discusiones con la carca de DOÑA JUANA, OPUS DEI en carne viva,  que terminaban con mi expulsión de clase.Sábados de cubata y buen magreo en el cercano PUB ADRIANO con las bombillas aflojadas.Hoy, aunque el exterior de "EL RELOJ" sigue teniendo ese precioso aire antiguo, desgraciadamente el local se ha convertido en una más de esas tiendas de recuerdos horteras para GUIRIS que están infectando el CENTRO, una autentica pena, una hermosa cascara para ninguna nuez, casi, casi, lo mismo en lo que se esta convirtiendo gran parte del CASCO ANTIGUO de SEVILLA.



         Para terminar,quizás la única instantánea que parece detenida en el tiempo, gracias sobre todo al tesón, al esfuerzo, a la dedicación aún no agradecida por TRIANA, de sus propietarios.Los niños de hoy siguen disfrutando de los paseos mágicos en los cacharritos de León, como lo hicieron sus padres, y los padres de sus padres.Más de cincuenta años de vueltas y vueltas, de risas y alegría infantil junto a la plaza de abastos de SAN GONZALO
Todo a cambiado en su derredor: la misma plaza, de donde desapareció la COCHERA de los TRANVÍAS y el inmenso luminoso verde de ACEITES GUILLEN; hoy en ella han plantado un TRANVÍA como monumento , pero que resulta un pastiche, pues ni ese numero, ni ese artefacto fue nunca uno de los que hicieron las lineas 5, PLAZA NUEVA-TRIANA-PATROCINIO, ni la 6, PLAZA NUEVA-TRIANA-SAN JACINTO que eran las que cruzaban, sobre sus venas de acero, las calles de mi querido arrabal., por no ser ni siquiera el color es el verdadero. 
     En contraposición, si acertaron  con lo justificado y el lugar escogido, en la esquina de la plaza que da hacia la calle ASTURIAS, para levantar el monumento a MARÍA AUXILIADORA, la SENTAÍTA de TRIANA, la devoción SALESIANA que inunda de flores las calles cada 24 de MAYO.Todo ha cambiado decía en este punto geográfico de mi infancia, todo menos las calesitas de León, el coche de bomberos, la lancha motora donde nos encantaba montarnos, en el goce maravilloso del viaje soñado en la ilusión de un niño, junto a la Plaza de San Martín de Porres, como dijo ANTONIO BURGOS:
      "Como un reloj por el que no pasara el tiempo, las calesitas del Tardón giran y giran, acompasadamente, como el tic tac del corazón de la memoria"

   Acompasados por el tic-tac del corazón de la memoria, intentamos condensar en unas cuantas divagaciones sobre nuestro rincones más queridos, del sepia al color de unas fotografías, que es al fin al cabo nuestra mente sino una inmensa cámara , los recuerdos, las vivencias, los más hermosos y tristes momentos , a veces ordenadamente, a veces a montones, sin pies ni cabeza, sin razón ni lógica evidente,  como si sufriéramos un "SÍNDROME DE DIOGENES", los instantes más preciados, de ese tiempo sin tiempo, de ese eterno viaje, sorprendente, inabarcable e incontrolable, que es el mágico tesoro de nuestra existencia.


2 comentarios:

  1. ¿Por qué será que, en esta época de HD, supermegapixeles, máximaresolución, muchos de nuestros mejores recuerdos son en sepia o en blanco y negro? Menos mal que hay colores que perduran con el paso del tiempo.
    Un abrazo.

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  2. Naranjito; tu comentario coincide mucho con una idea que tengo desde ya hace tiempo: La vida es de mil colores,al igual que los sueños, pero los recuerdos siempre son en blanco y negro.Un abrazo.

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