sábado, 25 de octubre de 2014

VOCES ESPECIALES, MUJERES ESPECIALES

         
   Mediados de los cuarenta, una escultural mujer, una bellísima PIN-UP, una autentica chica de calendario había pasado de posar para todas las publicaciones de AMERICA a protagonizar un buen numero de películas de HOLLYWOODque le dieron cierto renombre. Esa muchacha, de poco más de 20 años se llamaba JULIE PECK, y diez años más tarde cambio su rumbo y empezó una importante carrera musical que, en definitiva, es lo que le daría la inmortalidad.
  JULIE LONDON, ese era su nombre artístico, falleció en su CALIFORNIA natal a los setenta y cuatro años.Su voz sugerente, envolvente e insinuante, sigue  hoy cautivando. Su hermosa belleza y su cuerpo perfecto, envuelto en sexys trajes de noche,  ha quedado como imagen de la FEMME FATALE de esa época y temas como el maravilloso "CRY ME A RIVER", están entre las canciones más sensuales de todos los tiempos.



  
            Años ochenta, en una granja de EXETER, INGLATERA, una extraña chica, siempre al borde de la depresión, no salia de su habitación donde leía y leía poemas. Con veintidós años decidió dejar, no sin muchas inseguridades, el cascarón y empezó a cantar sus poesías por los locales de BRISTOL  donde la encontró un loco de la música experimental, GEOFF BARROW, y desde entonces todo cambio para BETH GIBBONS. Surguío entonces PORTISHEAD, y con su primera entrega, el genial "DUMMY", no solo nació un sonido totalmente diferente, muchos nuevos conceptos musicales, sino que la muchacha rara , la de la voz desgarrada y doliente, la del suspiro, el susurro emocionado, la que, como yo la entiendo, canta muchas veces como cantaría una borracha con  una preciosa voz, pasaría a convertirse en un icono de la modernidad, el espejo para muchas chicas de la música independiente y una de las cantantes más singulares del POP-ROCK.Y es que sin ese mágico encuentro de BRISTOL, sin GEOFF BARROW, sin PORTISHEAD, BETH GIBBONS, quizás solo sería una mujer solitaria, atiborrada de antidepresivos en una solitaria habitación.... o ni siquiera hubiera sido, pero sin Ella, tampoco la MÚSICA habría sido lo mismo.

      Primeros años del siglo XXI, dos niñas inglesas, cantaban y se preparaban para la vida. Muy diferentes entre ellas, sin embargo,  ambas tenían marcado un destino común, ser dos estrellas refulgentes en la música independiente del REINO UNIDO.
      Y así HANNAH REID, la chica a la que muchos han comparado con la genial FLORENCE WELCH, con su grupo  LONDON GRAMMAR, nos ofrece  temas como "STRONG",  o el que pone fondo musical a esta entrada,  maravilloso "METAL & DUST", sonidos etéreos,  con algo de espaciales, que nos retrotraen en parte a lo mejor de la antigua NEW-AGE, y que envuelven , con la más cara seda, su voz portentosa y especialmente profunda, la voz mágica de esta rubita que estoy seguro llegara a ser una de las más grandes de la MÚSICA INDIE.

 
     Y ELENA TONRA, la pequeña y tímida ELENA, al frente de  DAUGHTER, Su voz, como ella misma, parece pequeña y tímida, como si no quisiera salir de su pecho, como un pequeño manantial , pero poco a poco va surguiendo, se va convirtiendo en un torrente de sensibilidad de belleza que le canta como ninguna mujer hoy, al desamor, a la ausencia, a la locura, a la desesperación por la falta del ser amado.



         SENTIMIENTOS especiales, VIDAS especiales, VOCES especiales,MUJERES ESPECIALES.

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