domingo, 15 de agosto de 2010

LA MAÑANA DE LA VIRGEN

F.J. Comas

                   Muchos volvieron ayer con la fresquita, dejaron las caricias de las olas, la dorada arena de las playas de Chipiona, Sanlúcar o Matalascañas, para no faltar a la cita de la Mañana.Otros, habrán salido casi de noche del pueblo, en el Aljarafe o la Campiña, para llegar tempranito y coger un buen sitio para verla salir.
             Todo está preparado; ÁNGELA la del Postigo, tendrá ya los peroles borboteando aceite, tendrá a punto la masa para los calentitos que después disfrutaremos mojados en el humeante cafelito del desayuno.
             Mientras, por donde el antiguo Colegio de San Miguel, habrán igualado los costaleros de alpargatas blancas, de fajas blancas, que mandara ese maestro de capataces, leyenda del martillo de Triana, MANUEL BEJARANO.

             La mayoría de estos hombres serán veteranos en estas pocas pero gloriosas chicotas de la mañana de Agosto, pero siempre, hay alguno que tendrá, por vez primera, el orgullo, la dicha de llevar sobre sus hombros a la Patrona de Sevilla, a la VIRGEN DE LOS REYES, que ya espera impaciente, hermosa y radiante, vestida con sus mejores galas en su palio de tumbilla, a que llegue el momento.
Salazar-Bajuelo

             Como cada año, la DAMA vendrá escoltada por cuatro fragantes guardianes, por cuatro jarras cuajadas de nardos, que le ofrendarán su aroma y su blancura purísima  durante el corto recorrido que ahora se inicia.

             Muy pronto, aparece en la Puerta de los Palos, donde la multitud que se agolpa para contemplarla la recibe en un devoto silencio, en ese preciso instante, los corazones de todos los sevillanos le estarán pidiendo las tres gracias, los tres ruegos que dice la leyenda, la Señora siempre concede.
             Poco a poco, ira avanzando bajo la alta GIRALDA, desde la que la Santa Juana mira ensimismada, con ese grandioso pay.pay  que es el lábaro que tiene en su mano.
             Y vendrá por Alemanes, como una madre orgullosa que estuviera paseando por las calles del barrio, roneando de niño, a ese chiquitín, de sonrisa guasona y cachetes colorados que esta sentado en su regazo.

             Al llegar a la Punta del Diamante, los rayos del Sol se reflejaran en su nacarado rostro.Muy lentamente seguirá por la Avenida y allí, le musitaran plegarías, le enviaran promesas:Sevilla se hincara de hinojos ante la dulcísima presencia de su Madre de los Reyes.

             Cuando vaya culminando su breve paseo, y le de le bienvenida un gozoso revoloteo de campanas, cuando perdamos de vista su pequeña carita en la penumbra de su casa, de la Catedral, grandioso Palacio de piedra para la Reina por la que los Reyes reinan, nos parecerá que un agradable y profundo olor a nardos se habrá quedado inundando el limpio aire de la Mañana de Agosto.


Roberto  Villarrica

Envío: a mi amiga la DAMA REYES, en la espera de esa otra DAMA, REINA Y PATRONA de todos los Sevillanos.  

            

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